Millones
de personas en todo el mundo sufren de una enfermedad debilitante,
dolorosa y potencialmente mortal en sus estadios avanzados, denominada linfedema. Esta inflamación e hinchazón progresivo causa dolor, malestar, complicaciones cutáneas y en
última instancia, deformidad severa y discapacidad, dejando a
hombres, mujeres y niños en todo el mundo, sin poder trabajar,
cuidar de su familia y llevar una vida normal.
Pero
el descubrimiento hace seis décadas, de una terapia física para la
reducción y el mantenimiento de esta enfermedad, parecía estar a
punto de cambiarlo todo. No solo era un tratamiento económico, en comparación con los costosos fármacos e intervenciones quirúrgicas necesarias para muchas otras
enfermedades crónicas, sino que también era un medio poderoso para
devolver la calidad de vida a los pacientes. Con un promedio de tan
solo dos semanas de terapia física intensiva y dos prendas de
compresión al año, era posible reducir el volumen de la extremidad
de esta enfermedad inflamatoria, e incluso retener su progresión
hacia una discapacidad grave.
No se podía perder tiempo con respeto al linfedema crónico, reconociendo que las
poblaciones con mayor riesgo de esta enfermedad, eran las que menos
podían costear el tratamiento y tenía sentido, que las
organizaciones internacionales de salud comenzaran de inmediato, campañas de tratamiento y distribuyendo prendas de compresión a los
afectados. Ese debería haber sido el paso adelante para el
tratamiento a nivel global de esta enfermedad, una terapia eficaz para un
desenlace trágico pero completamente evitable, "la elefantiasis",
también conocida como linfedema Grado III. Es muy importante
comprender que toda elefantiasis no reversible, comienza como un incipiente linfedema-Grado I reversible.
Si
no se hubiese hecho la vista gorda, al tratamiento de una enfermedad
trágica que ha plagado a la humanidad durante siglos. Ahora, 60 años
después, la mayoría de las personas afectadas por linfedema en el
mundo, tantas como cerca de 300 millones, derivan lentamente sin tratamiento hacia Grado III-elefantiasis, y permanentemente discapacitados. La presente situación
es única en medicina, mientras la mayoría de las enfermedades
crónicas reciben de por vida, la medicación y asistencia
médica que necesitan, la mayor parte de pacientes que padecen
linfedema son infratratados, o no reciben tratamiento alguno.
En resumen, la elefantiasis (Grado-III-linfedema) no es una condición clínica rara, pero se estancó y quedó debido a que la medicina y muchas políticas y sistemas nacionales de salud, han mirado hacia otro lado, la salida fácil para no financiar los servicios y prendas de compresión necesarias, para el tratamiento del linfedema, razón por la cual la Elefantiasis continúa persistiendo globalmente. Esto solo demuestra que el mundo ha fallado y continúa sin tratar una enfermedad tratable como el linfedema.
Referencias:
(Artículos en Inglés)
Cost
of a lymphedema treatment mandate-10 years of experience in the
Commonwealth of Virginia
Complete
Decongestive Therapy Treatment for lymphedema and its relationship
with Patients Psychological and Physical characteristics:
The
Psycho-Social Impact of Lymphedema
Effective
treatment of lymphedema of the extremities.
Conservative
treatment of lymphoedema of the limbs.
The
physical treatment of upper limb edema.
Lymphatic
drainage of the upper limb. Substitution lymphatic pathways
Phlebolymphedema–A
Common Underdiagnosed and Undertreated Problem in the Wound Care
Clinic
Why
aren’t we curing the world’s most curable diseases?
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